Aguante el Bolso

sobre nacional , lon mas grande del mundo , no como el manya p... . aguante el bolso

martes, 3 de noviembre de 2009

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ganandole a cerro 2 a cerro trepamos a la punta del campeonato

miércoles, 27 de mayo de 2009

lode lode lode


Moría por jugar, jugó y ganó...
Nicolás Lodeiro jugó el clásico de sus sueños. Moría por jugar, jugó y ganó. Al final festejó como un hincha, como lo que es.
Venía jugando en gran nivel. La fecha anterior había bajado su rendimiento y preocupaba porque el clásico estaba a la vuelta de la esquina. Sin embargo, tuvo un buen partido y no le pesó nada jugar el clásico: "Siento la camiseta de Nacional, imaginate cómo estoy", dijo un Lodeiro feliz.
Volvió a ser el pibe talento de Nacional, al que los rivales se turnan para pegarle. Al final del partido lo fueron a buscar los rivales para increparlo... ¿Por jugar bien?"La felicidad tapa todo, los golpes no me importan (...) así es mí juego". "Lo que me molestó fue que me fueran a buscar después del partido porque si eso pasa durante el juego, está todo bien".El juvenil tiene claro que a pesar de haber logrado un gran triunfo, no hay tiempo para festejos porque hay Copa entre semana: "Estamos con una alegría inmensa, pero ahora hay que pensar en Palmeiras".
El jugador-hincha del Bolso festejó el triunfo como uno más. Fue a cantar feliz con una hinchada feliz, a revolear la camiseta. El "Nico" disfrutó lo que logró, el triunfo, pero también disfrutó porque ganó el cuadro del que es hincha...

Y con esto no va a pasar nada?
Apenas terminó el partido se armó un borbollón en el medio de la cancha con jugadores de ambos equipos. Nadie entendía los motivos pero una vez que pasaron los minutos se pudo conocer el inicio de todo.
Sucede que Darío Rodríguez fue a increparle al juvenil tricolor Nicolás Lodeiro por la forma en que estaba jugando en lo que el carbonero interpretaba como una “sobrada”. Lo agarró del cuello y le dijo “Nene, así no se juega” y de inmediato le puso una plancha en el recorrido de su tibia izquierda dejándole sus tapones marcados en la zona. Esto fue lo que encendió la mecha de los empujones del final del partido que terminaron con los encargados de la seguridad de Nacional frenando a los jugadores de Peñarol que querían ir contra los tricolores que se encontraban festejando contra la Colombes, con su hinchada.
Ultimas Noticias consultó al juvenil tricolor por esta incidencia y en una primera instancia le restó trascendencia: “Son cosas que quedan adentro de la cancha”, a lo que el periodista retrucó: “Está bien, queda adentro de la cancha pero por lo que veo un tapón de Darío Rodríguez quedó en tu pierna”. Allí, más distendido y con una sonrisa pícara en su juvenil rostro dijo: “De esto ya me voy a acordar en el clásico que viene”, dando a entender que su revancha será futbolística y no física.
Por su parte, Gerardo Pelusso disfrutaba de su momento a su manera. El técnico tricolor llegó a su octavo clásico dirigido, con cinco triunfos (los últimos tres al hilo), un empate y sólo dos derrotas. El floridense dijo: “Medina y el Grillo se están complementando de manera espectacular. Al principio quería verlos porque son jugadores de características similares pero me han demostrado que pueden jugar juntos. Además el “Grillo” nació derecho para el gol”.
El técnico tricolor hizo especial hincapié en destacar algunos aspectos del plantel: “Hemos confirmado una vez más que estos jugadores responden en las difíciles. Ellos juegan y no defraudan a nadie”.
ALEXANDER MEDINA: “Quería hacer un gol”
Más que un futbolista, el “Cacique” Medina parecía un guerrero tras el partido: “Fueron dos cabezazos de Alcoba. Son cosas que quedan en la cancha. No pasa nada”. Cuando se le destacó que hizo dos asistencias de gol, el delantero dijo: “No puedo mentir porque la verdad es que quería hacer un gol, pero no me quedó ninguna pelota para rematar”. Medina, al ser sustituido, mostró una remera que decía “Gracias por todo. Viejo. Fuerza” (foto) y luego explicó: “Mi padre está luchando hace tiempo por seguir viviendo. Le quería regalar un gol pero seguro que quedó contento igualmente con el triunfo”.

CRI CRI CRI pobre manya.


Tarde imborrable.
Es que Biscayzacú efectivamente hizo historia con sus tres conquistas. No es alto pero hizo dos de cabeza, no es flaco pero es muy ágil para escabullirse entre los defensas y no es rápido en velocidad pero sí de mente como para estar siempre bien ubicado. Es distinto, de eso no hay dudas. Los goles cotizan y si se le cuentan sus conquistas en sus años de trayectoria ya debe ser millonario en alegrías.
Obviamente que fue el centro de atención de todo el mundo. Short blanco, con el que jugó, camiseta de entrenamiento azul, medias blancas y championes negros Adidas con los cordones desatados. Así se presentó el “Grillo” para ser acribillado a preguntas y como un verdadero hombre que entiende la profesión del periodista se les plantó a todos y respondió hasta que las velas dejaron de arder en el Centenario.
Visiblemente emocionado, Biscayzacú no quería dejar de lado un tema fundamental en su vida familiar: “Estos goles se los dedico a mi padre que lo tengo internado en una casa de salud hace un tiempo y poco se puede hacer para mejorar su situación. Lamentablemente él no se da cuenta de lo que estoy haciendo pero espero haberle sacado una sonrisa en su interior cuando le hayan comentando que pude hacer tres goles en un clásico”.
-¿Sabías que el último que hizo tres goles en un clásico fue Luis Artime?
-No sabía… me estás comparando con un grande de verdad de la historia del fútbol. Ojalá pueda hacer un poquito de los goles que él hizo en Nacional. Pero queda todo para la estadística y estos tres goles los va a recordar más que nada el hincha. El de arriba me pone de continuo en lugares importantes y esta fue una vez más.
-¿Cuál fue el que más te gustó de los tres que hiciste?
-El segundo, porque nos dio una tranquilidad porque parecía que estábamos perdiendo. Justo fue en los minutos previos al entretiempo y allí acomodamos las pocas cosas que estábamos haciendo mal y que nos habían costado dos goles de pelota quieta
-¿Esto que hiciste fue el sueño que tuviste de chico?
-Todo es una experiencia única, solamente comparable con lo que viví cuando defendí a la selección juvenil. Soy hincha de Nacional de toda la vida y tengo muchos recuerdos que me vienen a la mente. Antes estaba gritando en la tribuna y de golpe aparezco haciendo goles para que los griten otros. No lo puedo explicar con palabras. En Chile jugué clásicos y gané títulos, pero aquello fue diferente.
-¿Quiénes eran tus ídolos cuando ibas a hinchar por Nacional?
-De mi época de hincha eran De Lima y Dely Valdez. Grité muchos goles de ellos con la camiseta de Nacional puesta en la tribuna.
-¿Sos consciente de que todo el mundo va a hablar de vos toda la semana?
-No juego solo. Medina me metió dos pases espectaculares y eso demuestra que en este grupo no hay egoísmo y que todos tiramos para el mismo lado. Mis compañeros me ayudan a rendir dentro de la cancha, no es solo mérito mío.
-Parece que abriste el grifo de los goles y no lo querés cerrar…
-Me pasó siempre lo mismo. Salvo en el Veracruz, después en todos los clubes en los que estuve me costó hacer goles en los primeros partidos. Lo que precisaba eran minutos de fútbol. Me los fueron dando de a poco y ahora estoy devolviendo con goles la confianza que depositaron en mí.
-¿Qué te va quedar de recuerdo de este partido, más allá de los goles?
-Je, je… me llevé la pelota del partido y ahora en la concentración se la voy a hacer firmar a todo el plantel para que quede de recuerdo de esta tarde que será imborrable para mí.
No pasaba desde 1972
Debieron pasar 37 años para que un jugador de Nacional volviera a anotar tres goles en un partido clásico. El último había sido el argentino Luis Artime en la Libertadores del año 1972. Nacional ganó 3 a 0 y todas las conquistas de ese juego fueron del ídolo tricolor. El encuentro correspondía a las semifinales de la Libertadores de ese año, cuando Nacional estaba defendiendo el título obtenido la temporada anterior. Se había armado un grupo con los dos grandes uruguayos y el Universitario de Perú del cual saldría el finalista. Finalmente los dos conjuntos charrúas no pudieron con el inca y ambos quedaron fuera de competencia. Aquel clásico, donde Artime hizo los tres goles, había quedado en la historia por este hecho. Ahora el “Grillo” Gustavo Biscayzacú rompió con el maleficio y 37 años después pudo repetir tamaña hazaña.
Siete goles en siete partidos
Biscayzacú tiene una eficacia tremenda con la camiseta de Nacional. Lleva disputados siete partidos oficiales y tiene anotados siete goles. En las primeras cuatro fechas del Clausura Pelusso no lo tuvo en cuenta. Contra Defensor, en la sexta fecha, apareció en el banco por primera vez pero no jugó. Debutó contra Wanderers y solo jugó 11 minutos donde nada pudo hacer. Después jugó 20 minutos ante Bella Vista y pasó desapercibido. La primera vez que fue titular, y jugó los 90 minutos, ocurrió contra Liverpool pero seguía con la pólvora seca. Ante Rampla rompió el maleficio y en 30 minutos en cancha pudo hacer su primer gol. Volvió a la titularidad contra Danubio e hizo 2 goles en 73 minutos. Contra Cerro jugó 82 minutos y festejó una vez y lo de ayer a la tarde fue histórico. En 82 minutos se despachó con 3 goles.

lunes, 25 de mayo de 2009

martes, 19 de mayo de 2009